Si tienes un pequeño negocio, una tienda física o un comercio tradicional y llevas tiempo dándole vueltas a eso de vender online, este artículo es para ti. No necesitas ser un genio de la tecnología ni tener miles de euros para lanzar tu tienda en internet.
Solo necesitas entender qué pasos son clave, qué errores debes evitar y cómo hacer que vender online se convierta en una extensión natural (y rentable) de tu negocio, sin dejarte la piel en el intento.
¿Por qué deberías vender online aunque ya tengas tienda física?

Hay una realidad que no podemos ignorar: cada vez más gente compra por internet. Incluso tus clientes de toda la vida. Y no porque no quieran verte o no confíen en ti, sino porque la comodidad manda. De hecho, según la Encuesta TIC del INE 2024, el 56,7% de la población (16–74 años) compró por internet en los últimos tres meses.”
Vender online no sustituye tu tienda física, la complementa. Te permite estar presente 24/7, llegar a nuevos públicos, vender mientras tú estás atendiendo, durmiendo o cerrando caja. Es abrir una nueva puerta, no cerrar la antigua.
Ante todo: tener una web pensada para vender

Este es uno de los errores más comunes: tener una web preciosa que no vende nada. Y claro, luego viene la frustración.
Si vas a vender online, tu web tiene que ser funcional, clara y pensada para convertir. ¿Qué significa esto?
- Que el proceso de compra sea fácil y sin pasos innecesarios.
- Que se vea bien desde el móvil (porque el 70% de tus visitas vendrán de ahí). Estudios como los de IAB Spain o Think with Google indican que en nuestro país, más del 70% de los usuarios acceden a webs y redes sociales desde el móvil como dispositivo principal.
- Que los productos estén bien descritos, con fotos reales, precios claros y llamadas a la acción visibles.
Una web no necesita mil efectos. Necesita guiar al usuario hasta la compra. Y eso se diseña desde la empatía, no desde la vanidad.
El producto importa, pero cómo lo cuentas más
Si quieres vender online, tienes que pensar como tu cliente. No como tú.
Tú sabes que tu producto es bueno, artesanal, de calidad. Pero si no lo cuentas bien, si no explicas qué problema resuelve, para quién es, cómo se usa o por qué es especial, estás perdiendo oportunidades.
Cambia esto:
- De: “Camisa de lino hecha a mano”
- A: “La camisa de lino perfecta para no pasar calor este verano (y seguir yendo impecable al trabajo)”
Vender online es también saber escribir para conectar. Y eso, créeme, se puede aprender.
El marketing no es opcional; es el megáfono de tu tienda

Uno de los mitos que más daño hacen es pensar que, una vez montas la tienda online, los pedidos llegarán solos, porque no lo harán.
Vender online sin marketing es como abrir una tienda en medio del campo y esperar que alguien pase.
Necesitas darte a conocer, atraer tráfico, generar confianza y convertir visitantes en compradores. ¿Cómo?
- Con campañas en redes sociales (aunque sean pequeñas).
- Con email marketing (muy efectivo y más fácil de lo que parece).
- Con colaboraciones con otros negocios locales.
- Con contenido útil: guías, vídeos, ideas de uso…
No tienes que hacerlo todo a la vez. Pero sí entender que el marketing digital es parte del juego.
Automatiza lo que puedas
Uno de los grandes miedos al empezar a vender online es pensar que no vas a dar abasto. Y es normal: atención al cliente, envíos, mensajes por redes, stock…
La buena noticia es que hay muchas herramientas que te ayudan a automatizar procesos sin perder tu toque humano:
- Emails de confirmación, seguimiento o agradecimiento.
- Recordatorios de carritos abandonados.
- Respuestas automáticas para preguntas frecuentes.
- Gestión del stock sincronizada con tu tienda física.
Automatizar no es deshumanizar. Es liberar tiempo para dedicarte a lo que realmente importa.
La confianza no se improvisa
Cuando alguien compra por primera vez en tu tienda online, necesita sentir que está en buenas manos. Que detrás hay alguien real. Que, si pasa algo, puede escribirte y le vas a responder.
Por eso, si vas a vender online, tu web debe respirar cercanía:
- Añade una sección “Quiénes somos” con tu historia.
- Incluye testimonios o reseñas reales.
- Deja claro cómo contactar contigo (no escondas el teléfono ni el WhatsApp).
- Muestra bien tus políticas: envío, devoluciones, cambios.
La confianza es la base para que alguien te compre. Y más aún para que te recomiende.
Empieza pequeño, pero con buena base
No hace falta que subas 100 productos de golpe. Ni que tengas 20 categorías. Ni que tu web sea perfecta desde el día uno.
Lo importante es empezar con una estructura clara, una experiencia de usuario cuidada y una propuesta honesta.
Puedes ir ampliando sobre la marcha, mejorando fotos, afinando textos, lanzando campañas. Pero empieza. Que el miedo no te paralice.
Algunos errores frecuentes al vender online, y cómo evitarlos

Por si te sirve, aquí van algunos tropiezos que hemos visto en muchos proyectos y que tú puedes esquivar desde el principio:
- No revisar los textos ni las llamadas a la acción. Todo debe invitar a comprar, no solo a mirar.
- No adaptar la web a móvil. Esto espanta ventas.
- Olvidar los gastos de envío. Si no los explicas bien, la gente abandona.
- Poner fotos de stock. Apuesta por fotos reales, aunque sean caseras.
- No responder rápido. En online, la inmediatez es confianza.
Vender online es abrir una nueva ventana para tu negocio
No hace falta que te conviertas en influencer, ni en youtuber, ni en una tienda gigante. Solo necesitas tener una web que funcione, que hable bien de ti y que esté conectada con tu esencia.
Porque cuando lo haces bien, vender online no solo aumenta tus ingresos: te da libertad, visibilidad y nuevas oportunidades. Y lo mejor: muchas de ellas, sin depender de horarios.
¿Quieres que te ayudemos?
En TLC Agencia de Marketing Digital llevamos años acompañando a negocios como el tuyo: panaderías que empezaron a vender por WhatsApp, una joyería que lanzó su ecommerce, un obrador gourtmet que subieron sus ventas con campañas bien pensadas…
Y lo hacemos desde el terreno porque, además, creemos en el marketing ético, aquel que puede ayudar a las personas. Entendiendo tus tiempos, tus dudas y tus recursos. Porque vender online no tiene por qué ser complicado, pero sí tiene que estar bien hecho.